Franchising, retail, business
08/09/2015
En el sistema de franquicias no todo vale. Así lo manifiesta Xavier Vallhonrat, Presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), quien asegura que existen suficientes elementos de información para que el franquiciado elija bien la marca que le conviene y para que el franquiciador seleccione debidamente a sus franquiciados, que deben cumplir siempre con el perfil adecuado previamente definido por el creador de la red de franquicias.
Si esto se cumple, habremos dado el primer paso para evitar la generación de “elementos abusivos”, asegura, pero en el hipotético caso de que se produjeran situaciones de conflicto, la solución se alcanzaría con la negociación entre las partes y con el respaldo de un contrato, firmado por ambas libremente, que prevé estas circunstancias.
En este momento hay más de 1.200 franquicias actuando en España, que ya han creado más de 250.000 de puestos de trabajo directos. ¿Conflictos? Apenas surgen, comenta el directivo pero en el caso de que se den, vienen más por parte del franquiciado hacia el franquiciador, reconoce. ¿Por qué? “Porque la franquicia es un sistema en el que el franquiciador, antes de franquiciar su concepto, ha comprobado que funciona y tiene aceptación en el mercado, puliendo los posibles errores en centros propios”. Pero esto no es todo ya que una vez transcurrido un tiempo prudencial que, como mínimo debería contemplar un ejercicio económico completo desde que el concepto se puso en marcha, si es viable y aporta novedad y valores añadidos a toda la oferta existente, puede empezar a conceder franquicias. Cuando se da este paso de franquiciar, al franquiciado se le transmite un saber hacer que funciona y que ha de seguir en su gestión diaria, porque de esta forma le va a ir bien y su negocio será rentable. El problema es, advierte el experto, que algunos franquiciados quieren cambiar esa forma de trabajar porque “creen que se les está imponiendo lo que deben hacer, cuando en realidad se le está cediendo un saber hacer testado y que de aplicarlo correctamente le va a permitir que su negocio sea rentable”, explica.
¿Cómo actuar?
En los casos problemáticos se actúa, en primer lugar, con el diálogo y, si este no da resultado, utilizando el contrato de franquicia firmado entre ambas partes, donde están recogidas todas las obligaciones del franquiciador y del franquiciado, señala. “Lo ideal en cualquier relación de franquicia es firmar el contrato, guardarlo en un cajón y no tener que volver a sacarlo, señal de que todo funcionará correctamente. De no ser así, cuando se producen irregularidades se acude al contrato, a la justicia ordinaria o a la mediación o arbitraje para resolverlas”.
En cuanto a las responsabilidades del que ha cometido la irregularidad, quedarán determinadas por el acuerdo entre las partes en el contrato, las resoluciones judiciales o por los laudos correspondientes.
El papel de la AEF
De todas maneras, la Asociación dispone de mecanismos para velar porque todo funcione correctamente como un Comité de Expertos Jurídicos y acuerdos para la mediación y el arbitraje a nivel nacional e internacional. Y es que abogan por la defensa de los principios éticos del sistema, recogidos en el Código Deontológico Europeo de la Franquicia y de obligado cumplimiento para sus socios, al tiempo que realizan una labor informativa previa, informando de los pasos correctos a seguir, tanto cuando una empresa decide franquiciar su negocio como cuando una persona apuesta por montar una franquicia.
Consejos
Y como en franquicia no todo vale, el presidente de la AEF aconseja, a la hora de montar una franquicia, hacer un exhaustivo y detallado estudio sobre la franquicia que se quiere montar: número de establecimientos abiertos, cuántos ha cerrado y por qué, registro de la marca, presencia internacional, visitar a otros franquiciados que ya gestionen una tienda de esa franquicia, cerciorarse de que realmente es una franquicia (ofrece un saber hacer, una formación inicial y continua, apoyos logísticos, de marketing y publicidad, tecnológicos, proveedores, economías de escala y sinergias)… es decir, investigar todo en profundidad para no tener ninguna duda antes de firmar el contrato de franquicia.